Durante estos días de prácticas en los diferentes Centros, he recordado uno de los debates en los que participé en un módulo de semestres pasados.
Uno de los temas era si la función del psicopedagogo era mejor realizarla externamente o internamente al Centro. Durante estos días me he dado cuenta de la conveniencia de trabajar desde fuera del Centro. En primer lugar estas evitando los inconvenientes de la familiaridad (entendida desde la amistad personal) con el resto de docentes que puede hacer que modifiques tu visión de la realidad y a la vez que te influyan en mayor o menor medida las observaciones y opiniones personales debido a la cercanía.
Como si de un contexto cerrado se tratara, te encuentras con los "grupos" de docentes que se apoyan incondicionalmente en muchas de las posturas adoptadas durante el proceso de enseñanza - aprendizaje olvidando la coherencia del proceso.
Por ello, creo que si te encontraras dentro de estos "grupos", tu visión de la realidad se vería afectada. Es cierto que el trabajo diario como psicopedagogo en un mismo Centro te proporciona un mayor conocimiento de los estilos educativos de los docentes, aunque sería inevitable (o muy difícil) la no implicación personal.
Mi tutora de prácticas asesoró a otra tutora de un alumno con problemas de conducta sobre la inconveniencia de determinadas reacciones en el aula. La manera de hacerlo fué contundente, aunque siempre respondiendo a un asesoramiento constructivista, pero de una manera profesional. Desde esta perspectiva externa se eliminan los miedos hacia repercusiones personales, y además, estas observaciones son acogidas con agrado y como unas formas de actuación alternativas que se deben tener en cuenta.
Hola Irene. Qué sorpresa me he llevado cuando has dicho que estás por Guadarrama (Madrid) porque yo también. Pero lejos de las coincidencias geográficas, sin entrar en el debate de si es mejor trabajar en el centro o desde fuera de él, me llama la atención las razones que alegas, ya que describes situaciones de poca profesionalidad por parte de los docentes. Por un lado por lo que dices de apartar la parte emocional o de familiaridad y por otro por los apoyos incodicionales. Yo te diría que el orientador ha de estar al servicio de, entre otros, los docentes, y que en el asesoramiento la "contundencia" de la que habalas me da mucho respeto ya que en definitiva los que trabajan día a día con los alumnos son ellos. Y aunque no quito razón en que nos podemos encontrar con posturas enrocadas, entiendo el modelo colaborativo como una interrelación positiva donde se lleguen a acuerdos a través del consenso y de compartir. Espero que aprendas mucho con el equipo con el que trabajas, que afortunadamente creo que tengo la suerte de conocerlas. Un saludo
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarAclarando tu intervención, tengo que decir que no has entendido lo suficiente.
En primer lugar, mi intervención la he denominado "primeras impresiones", y como tal, son sensaciones que he percibido. La forma contundente de la que hablo es mi manera personal de ver su intervención que en ningún caso resta protagonismo al asesoramiento colaborativo como ya dije. Es posible que si ves la palabra contundente como "claro" lo entiendas de otra manera. Desde luego que la familiaridad no es un aspecto negativo, todo lo contrario, aunque desde mi experiencia en mi Centro, la familiaridad, en ocasiones, resta "claridad" a la hora de asesorar en el trabajo de otros. Creo que los tutores acogen mejor las propuestas/consensos como tal si el asesor es externo. Un compañero de trabajo con el que convives a diario puede tomarse este asesoramiento como crítica a su labor.
Como digo, esto no es una ciencia cierta, si no que es mi experiencia sobre el tema y los problemas que se han generado en mi entorno escolar, que como dices,te aseguro que responden a situaciones de poca profesionalidad por parte de los docentes.
Un saludo.